lunes, 2 de junio de 2014

Aguja del Sultán. Pedriza.







El día 15 de Mayo no pudimos resistirnos a no dejar de escalar en un maravilloso día de fiesta con buen tiempo.

Queremos ir al Cocodrilo de la Pedriza ha degustar la cara Norte por la vía Lucas. Al llegar allí arriba después de una pateadilla de dos horas, nos damos cuenta que quizás hace demasiado frío para meternos a la cara Norte.

Contraluz en el Cocodrilo.


Pasamos al lado de la canal de las Abejas donde da el sol, allí tenemos la Aguja del Sultán de la que tengo conocimiento gracias a la Guía  "Pedriza. Vías conocidas y desconocidas" de Tino Núñez donde en su página número 104 nos cuenta una vía llamada -Anormal- abierta por el mismo autor.







La aguja del Sultán siempre me ha llamado la atención, pues desde el camino de subida se distingue de una forma tosca y en mazacote; mientras que desde lo alto del callejón y en la cumbre del Cocodrilo podemos observar una aguja afilada con una punta más gruesa y redondeada. Sin más rodeos, una forma muy fálica.


La vía comienza en la cara Sureste, se entra con un paso en un espolón para alcanzar una repisa. Una fisura-laja en vertical nos deja con un paso en travesía a la izquierda cuando termina el filo, encontramos una clavija de tiempos pasados que se refuerza con un fisurero.


Vista desde el comienzo de la vía


Ante nosotros un paso en travesía atlético que te lleva a una chimenea desplomada, con una roca un tanto arenosa. Cuanto más exterior nos la demos menos agoviante y más fácil; con cierto ambiente.



Óscar se quita el casco para poder salir del estrechamiento


Al llegar a la cumbre encuentro una laja fisurada con un cordino y un maillón. Tino ya nos advierte en su guía que la cima no tiene instalación de rápel. El descenso se efecuará mediante la técnica del rápel en contrapeso. En contrapeso, que no en simultáneo. Es bastante arriesgado bajar con ese cordino puesto que la rebaba de la laja es roma y podría salirse.



La reunión y el famoso cordino, que allí está todavía.


La vía es atractiva, pero el paso desplomado le confiere un ambiente recio. Si no fuera porque es una aguja y no hay otra manera de subir...



Helena en plena travesía


Nos juntamos los cuatro amigos en la cima y nos disponemos a rapelar en contrapeso. Desde la bonita cumbre podemos observar los tres Hermanitos de la Pedriza, la Esfinge, las Torres y como no, el Cocodrilo.

Para la maniobra fijamos con friends la cuerda en simple y la dejamos caer en su desplomada cara Norte. Bajan todos menos yo, que me quedo a retirar el material y bajar por la cara Sur con la cuerda de mis compañeros bloqueada. Es una maniobra un poco compleja pero bien realizada es segura.



Cuerda convenientemente fijada.


Estas técnicas antiguas, aderezan la escalada rememorando a los pioneros en estas cumbres. 



Helena baja por la cara Norte de la aguja


A día de hoy hemos ganado en comodidad con las reuniones equipadas y los rápeles; pero conviene conservar aquello que heredamos. Cuantos más recursos tengamos mejor.




Se pasa un poco de miedo cuando colocas la cuerda en el filo.


A la bajada hay que sincronizarse bien con el compañero, al final tirar de la cuerda con maña.



Después de éste agradable aperitivo, comemos algo y nos vamos al Cocodrilo. La Lucas es una vía imprescindible de la Pedriza. Típica cara Norte, con un entorno de verticalidad y esa esencia que tienen los famosos Galayos: desequipados y siempre difíciles.



El L1 que se supone que es V+






En el L2 después de la reunión encajonada.


El antiguo sistema de rápel. Un clásico de terror.


No hay mucho que re-contar, las guías de la zona y los numerosos blogs que muestran la vía hablan por si solos. ¡Cómo escalaban antes! Y ahora tenemos que apretar en esos pasos a pesar de nuestro modeno material.

Y por último la Aguja del Sultán desde la cumbre del Cocodrilo.



Otro día más en la Pedra, con amigos y buenas vías.