sábado, 7 de diciembre de 2013

Soria-Riaño. Dos Torres. Pedriza.










Es difícil encontrar compañero para estas vías. No hay apenas información sobre la vía en internet, está muy lejos y es chunga.



El mejor croquis y los datos más fiables los encontrarás en la guía -Pedriza. Vías conocidas y desconocidas- De Tino Núñez. Ediciones Desnivel. No cuento más, compraros la guía que es barata y muy útil para no hacer las mismas vías de siempre.





Si me mandáis una foto de la cartilla del paro os mando un croquis reciente. (Cómo en algunos conciertos, si estás en el paro entras gratis)




Y ahora un pequeño relato de nuestra escalada.


La mejor aproximación para la subida me parece que es el camino que asciende entre las Buitreras y el Hueso hasta Cancho Amarillo. Desemboca en el bosque de Navajuelos. Una subida algo cansada pero muy agradable en cuanto a vistas de la Pedriza.


La pared de Santillana y el Mogote de los Suicidas.


No había otra vía que me motivara hacer más. Y consigo engañar a Helena, que es fácil porque dice que a donde viene conmigo se lo pasa bien. (Siempre sufrimos un poco pero eso es pasarlo bien)

Afortunadamente se apunta nuestro amiguete Gonzalo.


Gracias a él, me quito el marrón de hacerme el primer largo. Es una chimenea estrecha que se protege bien con los Camalots. Nosotros llevamos hasta el Nº 6 pero con un número 5 también se puede pasar.

Gonzalo se curra el largo bastante bien, le tiro algunas fotos.









La reunión es bastante asquerosa y mosqueante. Dos buriles de chapa y un spit del 8 oxidado. Hay que recordar que la vía la abrió Carlos Soria sin colocar ninguna expansión, pero en posteriores repeticiones han ido añadiendo cosas.

Colgadetes tres ahí como que da palo.




Se tiran el rollo los compañeros y me dejan el famoso largo de fisura (que se supone que es donde mejor me manejo) Hay que tener cuidado para colocar el primer seguro. Cuando llegas al spit moderno que hay sientes alivio. El siguiente seguro es un buril de unos 6 milímetros con chapa fina fina. Baila y cuesta chaparlo.




Alguien ha dejado una cinta en el siguiente clavo y si te estiras a chaparlo te quitas el miedo de caer al remache asqueroso. Ahora tienes la fisura delante y estás en el reposo. Un clavo casero de aluminio que parece fiable. Y al lado... ¿Un taco marrón? Que cojones es eso... ¡Un murciélago! Y al lado... ¡Unas salamandras negras como el carbón! Estos animales conviven juntos en la grieta.

El murciélago



Les atuso un poco con el dedo y se esconden más al fondo. Lo justo para meter un friend sin molestarles mucho.

Clavo de aluminio casero


Más arriba hay un clavo de pata de estantería con un taco de madera, ni me aseguro a ello.




Cuando te pones bajo la fisura te entra de todo. ¡Joder con el Tino! El primero en hacerlo en libre con Pablo London. Hay que tener bastante nivel para ir a vista y superar esos pasos. Yo he fundido la pila y acero como un condenado hasta las setas donde ya se calma el percal. ¡Qué ambiente!






La guía marca reunión ahí, pero prefiero salir los pocos metros que me quedan. Un poco de fisura desplomada con una buena seta a la izquierda hasta dar con unos clavaderos. Ahora un lomo de adherencia con unos buriles...

Vistas desde el rápel del largo de fisura



Cuando ves esos buriles, piensas en no caer. Simplemente son asquerosos. Hay uno con un alambre que da un palo.... ¡jooooder! Hasta que pillas la seta se hace eterno.


La reunión es buena, con un gran puente de roca que rodeo con la misma cuerda y unos friends en lo profundo de la grieta. Los colegas suben bastante rapidito ese largo, sobre todo Helena que me agradece haberle dejado los Totem-Cam bien puestos.


Lo que viene ahora no tiene ningún atractivo. En la guía de Luján te recomiendan irte directamente a los rápeles. Pero no sabes si es mejor destrepar eso o subir por arriba. De perdidos al río. Veo marcas de buriles en la roca arenosa. Están los boquetes pero ya nada queda de los tornillos.



Lanzo unos metros de cuerda a una laja que me aseguran un paso bien mosqueante. La roca es muy mala, los gatos patinan. Llego a una repisa y veo un desprendimiento. Supongo que antes había mejor pie, ahora se ha quedado un poco expo el paso. Es un micro paso difícil que si eres alto lo puedes sortear bien.


No veo otra opción que hacer un paso de hombros y se lo cuento a los compis que están mirando aterrados por donde tenemos que subir.

¡Un momento! Voy a tirar unos metros de cuerda que he traído para abandonar a ver si encajo un nudo por ahí. Hago un ocho bien gordete y lo tiro cual Pirata al abordaje.


¿Cuántas posibilidades tengo para colarlo a la primera en el único maceado que hay en las hueveras? Pues a la primera lo dejo enganchado. Yo flipo y mis colegas más. Le cargo todo el peso que puedo y gracias a ésta arcaica técnica consigo llegar al asidero bueno.






Ya veo unos cordinos en un puente de roca muy gordo. Decidimos dejar fijo ese retal de maroma de 12 milímetros, para los próximos repetidores. A ver si así la gente se anima más a hacer la vía. Precaución con ello, pues hemos dejado la cuerda bien sujeta pero las inclemencias del tiempo pueden deteriorarlo.

Gonzalo remata el cabo en un puente de roca muy arenoso



Y así quedó...



La guía te marca un rápel de 15 metros desde aquí, pero la opción más adecuada en estos momentos es recorrer la cumbre hasta el final y rapelar desde la última reunión de la vía Altoamáquina, desde dos modernos parabolts en dos rápeles estamos en pie de vía. Hay que tener precaución en un paso para cambiar de cumbre, la roca es arenosa. Se recomienda asegurar el paso al que pueda necesitarlo. Gracias a esta vía no tenemos que utilizar las instalaciones antiguas que dan bastante miedo.




Y bajamos mirando Altoamáquina, la dejamos para futuro proyecto ya que tiene una pinta muy buena.



Notas finales:


Es una vía recomendable sólo para aquellos que sean coleccionistas de clásicas y les guste el sabor de la escalada antigua. Como dice Tino en su guía, se requiere cierto nivel; pues hay puntos donde no debes caerte. Con un juego completo de friends se sube bien, unas 10 cintas (anillos) para las cosas que hay fijas.
Si se reequipa la vía con modernos seguros pierde bastante el carácter, aparte de que en la apertura nadie colocó ninguna expansión. Estuve tentado de subir el burilador por si acaso, pero preguntando a Tino sobre la vía me comentaba que Pablo y él nunca reequipaban las vías de artificial que hacían en libre. Por lo tanto no voy a llegar yo a poner más fácil la vía y dejarla a un nivel más asequible. Si no puedes pues te bajas. Tiene que haber algo de reto ¿No? Aún así hemos dejado el cordino y eso ayuda bastante en uno de los pasos más mosqueantes y expuestos.


Es necesario recordar que es una zona poblada de buitres y se debe respetar la época de nidificación. Encontramos éste cartel que así te lo indica.




Un poco caducado...


A la bajada decidimos ir en dirección al Cancho Buitrón a buscar la ladera de los forestales que nos deja en las zetas. Una opción mucho más rápida pues bajamos en sólo 1:45 minutos. Rápida y bonita pues con las últimas luces la Pedriza se descubre de otra manera. Y allí lejos sin colas en las vías, sin gente, en la soledad, nosotros disfrutando de una buena vía.